viernes, 13 de junio de 2008



Título original: El Orfanato
Año: 2007
Nacionalidad: España
Duración: 100 minutos
Director: Juan Antonio Bayona
Intérpretes: Belén Rueda (Laura), Fernando Cayo (Carlos), Geraldine Chaplin (Aurora), Roger Princep (Simón)
El sonido maneja la tención, la trama de cada movimiento de los personajes, cada espacio de es una regresión del suceso que va a pasar.


HISTORIA: Laura y Carlos, un matrimonio con un hijo pequeño, Simón, se dispone a inaugurar una mini residencia para niños discapacitados, situada a las afueras de una localidad costera.
El antiguo caserón, reacondicionado para su nueva función, fue la sede años atrás un orfanato, entre cuyas paredes creció Laura, antes de que fuera finalmente adoptada. Recién instalados con la ilusión de ayudar a los futuros huéspedes de la residencia, y en vísperas de ponerla en marcha, se acentúa la costumbre del pequeño de jugar con sus "amigos invisibles". Lo que sus padres consideran una afición más o menos inofensiva, pero que debería ser erradicada, crece de grado cuando el chaval asegura tener como compañeros de sus juegos a antiguos habitantes del lugar. El extremo de conducta tan poco convencional se alcanza en la jornada de la inauguración: entre los niños que van a ser internados y sus familiares, se deja ver un pequeño con uniforme de otra época y la cabeza cubierta con un capuchón; tal hecho coincide con una discusión entre Laura y su hijo, que termina con la inexplicable desaparición de este último. Los esfuerzos de la policía para dar con su paradero se revelan inútiles, y la madre, convencida de que para explicar los hechos no bastan las explicaciones puramente racionales, confía en la ayuda de un equipo de espiritistas.
Juan Antonio Bayona

“El Orfanato” no se trata de un film de terror al uso. Posee una raíz melodramática que consigue equilibrar secuencias de gran belleza lírica con conceptos como la enfermedad o la deformidad. Para Bayona “el cine de terror es trasgresión. Ha de llevarnos a sitios a los que tenemos miedo a entrar o descubrirnos partes de nosotros mismos que nos asusten. Los conceptos de enfermedad o fealdad son malformaciones de nuestra estabilidad. Hay que romper ese equilibrio y darles la vuelta. Será entonces cuando estemos realmente asustados, ¿Qué mundo está más enfermo, el real o el que imagina Laura?
Cuando tomamos a la muerte como símbolo, lo tomamos en relación a la expresión profunda del alma en la naturaleza humana “estas expresiones se han venido presentando desde el paleolítico pasando por todas las culturas y tiempos; las cuales podríamos decir que acompañan a la civilización en su desarrollo como en el arte sus religiones sus mitos y rituales”.

En la película algunos símbolos contribuyen en su lenguaje; porque sus significados e imágenes se presentan en forma similar.
El sonido en este caso contiene un significado análogo que es en este caso el razonamiento basado en la existencia de atributos semejantes en seres o cosas que le producen a la película una trama de suspenso y que se manejan a una diferencia en la cultura y tiempo.

La secuencia de regresión, se maneja en la película cuando la protagonista muestra en una escena en la que ella organiza una cena para ver a los niños que vivían en la casa para ella poder hallar a su hijo; por ente podemos decir que “el símbolo es capaz de revelar una estructura del mundo” Paul Ricoeur.
Además podemos ver como el símbolo construye un lenguaje que se puede decir que esta fuera de la razón y del lenguaje discursivo, este se presta para mostrar características secretas y que solo pertenecen al psicoanálisis por que pretenden transmitir el espíritu de una manera figurada, aquí se implementan a los Códigos de la película y que están marcados en el ámbito de los detalles religiosos.
Para nadie es un misterio denominar que el tiempo que maneja la película es algo lineal por los aspectos intuitivos que manejamos en nuestro interior, porque nos sentimos de alguna manera estimulada por la trama, y más en el complejo del mundo del morir, “desde una óptica psicológica de espiritualidad oriental y occidental a la luz de la historia de la antropología de modo que nos ayude a penetrar en ese maravilloso y fascinante mundo, el de los símbolos” Alfonso García.
Con relación al desarrollo del símbolo se maneja de tal manera que permite la apropiación del objeto que en este caso son todas las dificultades por las que la madre debe afrontar y terminar hasta con su propia vida para encontrar el amor; el cual es más grande que el mismo interés individual.
Por eso agradezco el concepto de Eliade (19969, pág. 268) por el cual comprendo que “un símbolo se refiere siempre a una realidad o a una situación que compromete la existencia humana”






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